Zaragoza es la capital de Aragón, una región del noreste de España que destaca por su relieve montañoso y el pintoresco río Ebro. Visitar Zaragoza significa no solo admirar monumentos monumentales y valiosos, sino también disfrutar de la rica oferta cultural. Gastronómicamente nos ofrece mucho, así que un buen plan puede ser aprovechar algún partido en Codere registro con amigos, celebrar los resultados y acompañarlo con un buen vino.
Es un lugar lleno de historia
La capital de Aragón tiene una historia muy rica que se inició en el siglo I a.C., cuando estos territorios fueron transformados en asentamiento por los íberos. Zaragoza también sobrevivió al dominio de las tribus romanas, germánicas, moros, árabes y reyes españoles.
Sus calles
Una duda razonable que aplica para cualquier visita. Un paseo por las calles históricas de la ciudad le permite descubrir muchos lugares interesantes. Combina cultura, modernidad y tradición, abriéndose a turistas de todo el mundo.
Visita a la Basílica de Nuestra Señora de la Columna
El Pilar – La Basílica de Nuestra Señora de la Columna es uno de los monumentos más famosos de la ciudad y un símbolo de Zaragoza. Según la leyenda, María llegó a la ciudad para consolar al apóstol Santiago, que en ese momento enseñaba a orillas del río Ebro.
Palacio de la Aljafería
Actualmente es la sede del Parlamento Aragonés. El antiguo palacio musulmán del siglo XI fue también residencia de la dinastía aragonesa. Vale la pena dar un paseo por el patio, donde se pueden admirar arcos, arcos y columnas bellamente decorados. El Salón Dorado verdaderamente impresiona con sus adornos árabes y su acabado en mármol.
La Lonja
Este antiguo edificio de la Bolsa de Valores, hoy funciona como galería. Se encuentra cerca de La Seo y El Pilar, en el mercado de la Plaza del Pilar. Es un ejemplo perfecto del arte del Renacimiento temprano combinado con el mudéjar español. En el interior se pueden admirar las columnas realizadas en estilo jónico y los relieves antiguos. La estructura fue construida en el siglo XVI.
Un viaje culinario – Calle El Tubo
El lugar que todo turista debe visitar es la calle El Tubo. Es un verdadero centro gastronómico donde continúa la vida social de la ciudad. Los visitantes pueden encontrar numerosos cafés y restaurantes que sirven platos típicos de la cocina aragonesa.
El Acuario Fluvial
El Acuario Fluvial es un lugar donde se pueden admirar los animales que habitan en ríos como el Nilo, Amazonas y Ebro. Cerca de 5.000 distintas especies pueden ser apreciadas en este complejo. El edificio tiene dos plantas y ofrece un gran entretenimiento para toda la familia.
Palacio de Los Pardo
El edificio alberga un museo dedicado a la obra de Francisco Goya. Las hermosas salas renacentistas contienen los primeros bocetos del artista y las obras de personas que tomaron como modelo su obra.
Un paseo por el Ebro
Tras la reconstrucción de las orillas del río, se ha convertido en un importante hito de la ciudad y en un popular espacio recreativo.
Pasear por los carriles bici a través de la ciudad
Si eres amante de los paseos en bicicleta, esta opción será relajante, además, te permitirá visualizar nuevos espacios y lugares durante tu paseo, que luego puedes visitar con calma. Relájate y disfruta de la ciudad mientras haces algo de ejercicio.